Young Master Jian is Too Much of a Cuck

Chapter 56: La Revelación de la Capitana < part 1 >



La capitana revela su lado más atrevido, dejando a Felipe en un torbellino de emociones. ¿Podrá él manejar la humillación y el deseo mientras observa su relación con otro jugador? Una noche que cambiará su percepción para siempre

Felipe, un jugador experimentado de League of Legends, se ajustó las gafas mientras se preparaba para otra sesión de juego con su equipo. Era un gordo con una pasión desmedida por el juego, y su habilidad era reconocida por todos en el servidor. Pero esa noche, algo diferente estaba a punto de suceder, algo que cambiaría su percepción de su capitana para siempre.

La partida comenzó como cualquier otra, con el equipo coordinando estrategias y bromeando entre sí. La capitana, una mujer hermosa y carismática, lideraba con mano firme, su voz suave pero autoritaria resonando a través del micrófono. Felipe la admiraba, no solo por sus habilidades en el juego, sino también por su presencia magnética.

En un momento de calma entre las batallas virtuales, la capitana se sorprendió a todos al encender su cámara. La imagen que apareció en la pantalla de Felipe lo dejó sin aliento. Allí estaba ella, sentada en su silla, con una sonrisa pícara en el rostro, y lo que más llamó su atención fue su culo sudoroso y generoso, apenas cubierto por unas bragas grises.

—Les gusta lo que ven? —preguntó con una voz cargada de insinuación, mientras se levantaba lentamente y se bajaba los pantalones, revelando por completo su trasero.

Felipe sintió un calor arrepentido en sus mejillas. Nunca había imaginado que su capitana fuera tan atrevida. Pero lo que sucedió a continuación lo dejó completamente atónito. Una polla grande y erecta apareció en la pantalla, frotándose contra el culo de la capitana.

—Felipe, cariño —dijo ella, mirando directamente a la cámara—, ¿por qué no te unes a la fiesta? Mastúrdate mientras jugamos. Sé que te excita verme así.

Felipe tragó saliva, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que ella estaba follando con su amigo flaco, el mismo con el que siempre competía por su atención. La idea de que ella lo estuviera provocando de esa manera lo enloquecía.

—Vamos, Felipe —insistió ella—, no te hagas de rogar. Quiero verte disfrutar mientras nosotros lo hacemos.

Con manos temblorosas, Felipe comenzó a desabrocharse los pantalones, sintiendo una mezcla de vergüenza y excitación. La pantalla mostraba cómo la polla de su amigo penetraba el culo de la capitana, quien gemía de placer, su voz resonando en los oídos de Felipe.

—Ah, sí... —gimió ella—, así me gusta. Felipe, ¿estás ahí? Quiero oírte.

Felipe, con la voz ronca, susurró:

—Sí... estoy aquí.

El amigo de la capitana, con una sonrisa burlona, ​​comentó:

—Chupa mi polla, cariño. Sabes que te encanta.

Ella, sin dejar de moverse, respondió con una voz coqueta:

—Lo hago por ti, Felipe. Si ganamos más partidas, te permitiré tocar mi mano. Incluso podrías darme flores, pero solo si te portas bien.

Felipe se sintió dividido entre la humillación y el deseo. Le gustaba que ella se burlara de él, incluso sabiendo que estaba con otro. La idea de que lo recompensara con algo tan simple como tocar su mano lo hacía sentir como un escolar enamorado.

Mientras la partida continuaba, Felipe se masturbaba con una mano, tratando de concentrarse en el juego con la otra. La pantalla mostraba a la capitana en pleno éxtasis, su culo recibiendo la polla de su amigo con avidez.

—Mira cómo me folla, Felipe —dijo ella, su voz llena de lujuria—. ¿Te gusta lo que ves?

Felipe, con la respiración entrecortada, se acercaba en silencio, aunque sabía que ella no podía verlo.

En un momento de calma relativa en el juego, el amigo de la capitana comentó:

—Nunca había visto a alguien chupar una polla como tú, cariño. Eres increíble.

Ella, con una sonrisa satisfecha, respondió:

—Gracias, cielo. Pero Felipe también merece algo, ¿no crees? Si sigue portándose bien, quizás le permita follarme algún día.

Felipe sintió un escalofrío recorrer su espalda. La idea de estar con ella, de sentir su cuerpo contra el suyo, lo obsesionaba. Pero las palabras de la capitana lo trajeron de vuelta a la realidad.

—Recuerda, Felipe —dijo ella, su voz ahora más seria—, solo tendrás confianza con mi amigo. Él es mi prioridad, pero quién sabe... quizás algún día te deje probar un poco más.

La partida llegó a su fin, con la victoria del equipo. Felipe, exhausto y aún excitado, se ajustó la ropa, sintiendo una mezcla de emocionesFound. Por un lado, estaba la humillación de haber sido usado como un simple espectador, pero por otro, la promesa de algo más lo mantenía enganchado.

Mientras la capitana y su amigo se despedían, ella le lanzó una última mirada a Felipe a través de la cámara.

—Buen trabajo, Felipe —dijo con una sonrisa enigmática—. Nos vemos en la próxima partida. Y quién sabe... quizás la próxima vez te deje hacer más que solo mirar.

La pantalla se oscureció, dejando a Felipe solo con sus pensamientos. ¿Qué significaba todo esto? ¿Era solo un juego para ella, o había algo más? Felipe no lo sabía, pero una cosa era segura: estaba dispuesto a seguir jugando, sin importar lo que eso significara.

La noche cayó, y Felipe se quedó sentado frente a su computadora, preguntándose qué le depararía el futuro. ¿Se convertiría en más que solo un espectador en la vida de su capitana, o estaría destinado a ser siempre el segundo plato? Solo el tiempo lo diría.

¿Cómo debería continuar la historia?

Guía la trama en la dirección que quieras. Puedes elegir de las siguientes ideas o sugerir la tuya propia.

Durante la siguiente partida, la capitana revela que ha organizado una reunión en persona del equipo, donde Felipe se enfrenta a una prueba humillante para demostrar su devoción, mientras ella y su amigo lo observan con diversión.

La capitana comienza a enviar a Felipe mensajes privados durante las partidas, dándole instrucciones detalladas sobre cómo tocarse mientras ella describe fantasías cada vez más explícitas, mezclando el juego con su sumisión.

El amigo de la capitana propone un desafío: si Felipe gana una partida en solitario contra él, podrá tener un minuto de contacto físico con la capitana, pero si pierde, deberá cumplir una tarea vergonzosa durante la transmisión en vivo.

Felipe descubre que la capitana tiene un lado dominante más oscuro cuando ella lo invita a una sesión privada donde lo guía en un juego de rol degradante, prometiéndole recompensas si sigue sus órdenes al pie de la letra.

Durante una partida crucial, la capitana anuncia que solo seguirá jugando con el equipo si Felipe acepta ser su 'mascota' temporal, cumpliendo tareas eróticas menores para ella y su amigo mientras compiten.


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.