Young Master Jian is Too Much of a Cuck

Chapter 63: Mark takes action, part 2 (side story of "My wife likes farmers" author: dragon_sovietico)



Mark, el barón, observa una escena erótica que lo lleva a tomar una decisión audaz. ¿Qué ocurrirá cuando permita que su esposa y la sirvienta se entreguen a sus deseos con Joel? Una fantasía sexual que cambiará sus vidas.

Mark se encontraba de pie, oculto entre los árboles del bosque, observando la escena que se desarrollaba ante sus ojos. La sirvienta Hilda, con su cabello pelirrojo ondeando al viento, estaba de rodillas frente a Joel, el sirviente. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, creando un juego de sombras y luces sobre sus cuerpos. Mark sentía una mezcla de emociones: curiosidad, deseo y una extraña sensación de poder al ver cómo Joel seducía a Hilda con facilidad.

En la historia original, Joel solo se había acostado con su esposa, Giovanna. Pero en esta nueva versión, Mark había permitido que algo nuevo floreciera. Y ahora, mientras observaba, su mirada se dirigió hacia el enorme trasero de Hilda, que se movía rítmicamente mientras Joel la penetraba con fuerza. La capitana pelirroja gemía de placer, su rostro enrojecido por la pasión.

Joel, con su miembro erecto y palpitante, comenzó a mover las caderas con más intensidad, enterrando su polla profunda dentro de Hilda. Mark podía ver cómo la sirvienta se aferraba a la hierba, sus uñas enterrándose en la tierra mientras Joel la llenaba con su semen. La escena era tan erótica que Mark no pudo evitar llevar su mano a su propia entrepierna, comenzando a masturbarse lentamente mientras observaba.

Con el tiempo, los entrenamientos se convirtieron en una rutina para Joel y Hilda. Mark, siempre oculto, observaba cómo Joel tomaba a la capitana en diferentes posiciones, pero siempre terminaba con ella en cuatro patas, su culo en alto y su polla entrando y saliendo de su agujero con fuerza. Hilda, siempre dispuesta, se dejaba llevar por el placer, su rostro extasiado mientras Joel la llenaba una y otra vez.

Un día, Mark decidió intervenir. Llamó a Giovanna y a Hilda a su presencia, y con una sonrisa las guió hacia el bosque. Joel ya estaba allí, esperando. Mark, con su autoridad de barón, dio permiso para que la fantasía se hiciera realidad. Giovanna, con su belleza radiante, y Hilda, con su pasión desbordante, se acercaron a Joel, sus ojos brillando de deseo.

Joel, sin perder tiempo, se arrodilló frente a las dos mujeres, besando y lamiendo sus cuerpos con devoción. Mark, mientras tanto, se acercó por detrás, su miembro erecto y listo para la acción. Con un movimiento rápido, penetró a Giovanna por detrás, su polla entrando en su agujero húmedo y caliente. Giovanna gimió de placer, su cabeza cayendo hacia atrás mientras Mark la tomaba con fuerza.

Hilda, por su parte, se colocó en cuatro patas, su culo en alto y su agujero listo para ser llenado. Joel, sin dudarlo, se colocó detrás de ella, su polla entrando en su agujero con facilidad. La sirvienta gimió de placer, su cuerpo temblando mientras Joel la penetraba con fuerza. Mark, observando la escena, se sintió abrumado por el deseo. Con un movimiento rápido, se acercó a Hilda, su polla entrando en su agujero desde atrás mientras Joel la llenaba por delante.

La escena era caótica y erótica, con los cuatro cuerpos moviéndose al unísono, llenos de pasión y deseo. Giovanna y Hilda, con sus cuerpos temblorosos, se dejaron llevar por el placer, sus gritos y gemidos llenando el bosque. Mark, con su polla palpitante, se corrió dentro de Hilda, su semen llenando su agujero mientras Joel hacía lo mismo con Giovanna.

Cuando todo terminó, Mark abrazó a las dos mujeres, su cuerpo todavía tembloroso por la intensidad del momento. Giovanna y Hilda, con sus cuerpos cubiertos de semen, se acurrucaron contra él, sus rostros sonrientes y satisfechos. Mark, con una sonrisa, las besó en la frente, sintiendo una extraña sensación de poder y satisfacción.

Con el tiempo, la fantasía se convirtió en una rutina. Mark, el barón, permitía que Giovanna y Hilda se entregaran a sus travesuras con Joel, siempre y cuando él estuviera presente para observar y participar. La relación entre los cuatro se volvió más intensa, con Mark sintiéndose cada vez más poderoso y seguro de sí mismo.

Una noche, mientras yacía en la cama con Giovanna y Hilda a su lado, Mark reflexionó sobre cómo su vida había cambiado. La protección de las mujeres, que antes había sido su principal preocupación, ahora se había convertido en algo diferente. Había descubierto un nuevo tipo de poder, uno que provenía de la confianza y la libertad que les había otorgado a sus mujeres.

Con una sonrisa, Mark se dio cuenta de que su mundo había cambiado para siempre. La historia original había sido alterada, y en su lugar, había surgido una nueva versión, una en la que el deseo y la pasión reinaban supremos. Y él, el barón Mark, era el amo de este nuevo mundo, con Giovanna y Hilda a su lado, listas para explorar juntos los límites del placer y la lujuria.

En la oscuridad de la noche, Mark se sintió en paz, su corazón lleno de amor y deseo por sus dos mujeres. La fantasía había sido cumplida, y ahora, un nuevo capítulo estaba a punto de comenzar, uno en el que el barón Mark y sus mujeres se adentrarían en lo desconocido, explorando los límites de su pasión y descubriendo nuevos placeres en el proceso. La noche se cerró sobre ellos, y Mark, con una sonrisa en los labios, se durmió, soñando con las posibilidades que el futuro les deparaba.


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.