Young Master Jian is Too Much of a Cuck

En el trono, con el pene aún erecto. Con una sonrisa de satisfacción, se acercó a Gianna y Kai, que yacían en el suelo. «Que esta noche sea un recordatorio de nuestra sumisión y placer », declaró. «Que nuestros deseos siempre se cumplan y nuestras esposas siempre sean compartidas ». Los nobles, con la cabeza gacha, asintieron, sabiendo que su emperador había hablado con sabiduría.

Al vaciarse el salón, Gianna y Kai permanecieron en el suelo, aún unidos. La Emperatriz, con una sonrisa en el rostro, se giró hacia Kai; sus ojos brillaban con una mezcla de emociones. "Gracias", susurró, "por hacerme sentir tan deseada ". Kai, con una mirada profunda, respondió: "Eres mía, Gianna, y siempre lo serás ".

En la quietud del salón, la pareja se abrazó, con sus corazones latiendo al unísono. El emperador, desde las sombras, observaba con satisfacción, sabiendo que su plan había funcionado a la perfección. La dinámica de poder y sumisión había evolucionado, y el placer había sido compartido. Al caer la noche sobre el palacio, la promesa de encuentros aún más intensos flotaba en el aire, dejando a los personajes inmersos en un mundo de deseo y anticipación.

En ese momento, Gianna se preguntó qué otras sorpresas le depararía el futuro y si su relación con Kai y el Emperador seguiría evolucionando. Con una sonrisa, dejó que la incertidumbre la dominara, sabiendo que, fuera lo que fuese, estaría lleno de placer y sumisión. La noche le había recordado su lugar en el mundo y la belleza de la entrega y el deseo.