BNHA: Yo soy Reiji Toga

Chapter 40: Capitulo 40: Accidentes [1]



All Might golpeó el escritorio con entusiasmo.

"¡Joven Yaoyorozu, eso fue espléndido! Tomar la iniciativa, adaptar a tus aliados, usar el terreno… ¡excelente táctica y ejecución!"

Los ojos de Momo brillaron por un segundo. Se inclinó con respeto. "Gracias, profesor."

Reiji se mantuvo detrás, sin buscar atención, pero los ojos eventualmente se posaron sobre él.

"¿Y tú, Reiji?", dijo Kirishima con una sonrisa. "No pareces muy emocionado"

"Yo solo seguí el plan" Respondió, encogiéndose de hombros. "Todo el mérito es de ella"

Momo giró el rostro apenas, como si esa afirmación le pesara más que cualquier elogio. No dijo nada, pero su mirada bajó por un momento, igual que una sonrisa leve que se esforzaba por contener.

Todoroki y Melissa se acercaron por un costado. Él caminaba con tranquilidad, ella con la mandíbula algo apretada.

Todoroki no dijo nada, analizando porque habían perdido y convenciéndose de que todavía era muy débil para cumplir sus metas.

Melissa solo asintió, observando de reojo las pantallas que mostraban repeticiones de los drones, los pulsos, el humo y las trampas. "No nos diste espacio para improvisar, Momo. Fue brillante."

"¿Y… cuándo fue que nos pusieron las cintas?" Preguntó Todoroki, intrigado por la parte viital de su enfrentamiento.

Momo inclinó la cabeza apenas. "Cuando Reiji te empujó con Melissa al final. La conmoción fue suficiente. Y a ti, Melissa… justo antes del golpe de barra"

Melissa alzó una ceja. "No lo noté"

"Era parte del punto" Respondió Momo con sencillez.

Ashido silbó desde el fondo. "Ok, estoy oficialmente asustada de ustedes dos."

"¡Y eso que no usaron todo su poder!", dijo Sero, señalando a Reiji. "Solo fue coordinación pura."

Reiji no respondió. Se limitó a mirar brevemente a Momo… y luego a la pantalla, donde la palabra "VILLANOS GANAN" seguía parpadeando.

***

La terraza del comedor estaba semivacía, bañada por una brisa suave que aliviaba el calor del día. Reiji comía en silencio, como era su costumbre, con la mirada perdida entre los árboles del patio inferior. Himiko estaba a su lado, apoyada con un codo en la mesa mientras cortaba su comida con una sonrisa relajada.

"¿Entonces ganaste?" Preguntó ella entre bocados, mirándolo de reojo.

"Si" Dijo Reiji sin levantar la vista. "Mi compañero planifico una buena estrategia, destrozamos al oponente"

Himiko miro con los ojos entrecerrados a Reiji, casi siempre que no mencionaba el genero de forma especifica se trataba de una mujer. Sus propia obsesión salía a la luz, pero no estaban en el lugar adecuado para encararlo. 

Aun asi, ella le pego con su pierna suavemente a la de él.

"¡Ey! ¿Y eso?"

"Idiota..." Murmuro Himiko con un bufido.

"¡Ah, aquí están!" Una voz alegre interrumpió la pequeña escena. Nejire Hado apareció en lo alto de las escaleras de la terraza, saludando con una mano mientras se acercaba con su bandeja de comida. Su cabello azul ondeaba con la brisa, igual que su energía constante.

"¡Himiko! Te estuve buscando, ¿Cómo no me avisas cuando subes aquí?" Se sentó junto a ella con total confianza, apenas dándole una mirada cómplice a Reiji.

"Hola, Reiji~"

"Hola" Respondió él, tranquilo, llevándose otro bocado a la boca sin expresión alguna.

"¿No estoy molestando?" Preguntó Nejire, mirándolos a ambos con genuina alegría.

Himiko negó con la cabeza. "Siempre molestas, pero lo haces bien"

"¡Sabía que me querías!" Respondió Nejire, riéndose mientras sacaba un jugo de su bandeja y metiéndose una croqueta a la boca sin dejar de hablar.

"¿Viste lo que hizo Kamari hoy en clase? ¡Casi desmaya al profesor con ese movimiento flotante suyo! Juraría que ni ella sabe cómo lo hace"

Himiko se rio, asintiendo. "Sí, parecía una escena de terror… Aunque debo admitir que fue bastante preciso"

"¡Y luego trató de disculparse flotando otra silla como ofrenda!" Nejire levantó los brazos como si imitará una silla levitando. "¿¡Quién pide perdón con muebles voladores!?"

Reiji comía en silencio, su tenedor se detenía por momentos cuando las risas le tocaban los oídos.

"¿Y tú, Himiko, hiciste algo raro hoy?" Preguntó Nejire con una sonrisa maliciosa.

"Yo nunca hago cosas raras" Respondió ella, ladeando la cabeza con falsa inocencia.

"¿Ah no? ¿Y robarle la tarjeta al instructor mientras le explicaba a Saito que no se puede morder a los compañeros?"

"Fue un accidente… estratégico" Se defendió Himiko. "Estaba… entrenando el sigilo"

Reiji la miró de reojo. "Entrenamiento encubierto, claro"

Nejire dio un sorbo largo a su jugo y miró a Reiji, con los ojos entrecerrados, evaluándolo con su típico entusiasmo desbordante.

"Oye, ¿tú siempre eres así de callado? ¿O es que estás tramando algo mientras comes?"

Reiji alzó la vista sin expresión. "¿Qué tendría que tramar con un arroz seco?"

"¡Evasivo!" Exclamó Nejire, apuntándolo con sus palillos. "Eso me suena a que tienes algo interesante que no nos vas a contar…"

Himiko intervino, con tono firme pero casual. "Reiji siempre es así. No esperes que hable si no le preguntas tres veces y haces una danza ritual con ofrendas."

"¡Perfecto! Tengo una croqueta de soborno" Bromeó Nejire, agitándola en el aire. "¿Ahora sí hablas?"

"Eso depende" Murmuró Reiji, sin morder el anzuelo.

"¡Ajá! ¡Ves! Eres un misterio con piernas. Un rompecabezas con mala leche."

Himiko se rio y se recostó hacia atrás. "Le estás dando demasiada atención. Se le va a subir al ego y no lo vamos a aguantar"

"¡Imposible! ¡Quiero ver qué pasa si lo sacas de su rutina!" Respondió Nejire, moviéndose inquieta en su asiento.

Reiji soltó una leve exhalación, casi una risa imperceptible. Pero era suficiente para que ambas lo notaran.

"¡Lo hice reír! Eso cuenta como punto extra, ¿no?"

"Depende" Murmuró Himiko. "¿Te estás enamorando de él?"

"¡¿Qué?! ¡No! Solo me intriga! Tiene cara de tipo que oculta una novela entera detrás de cada bostezo"

"Eso sí puede ser cierto" Dijo Himiko, clavando el tenedor en su plato. "Pero no es para cualquiera"

Nejire la miró con una ceja levantada… y luego sonrió ampliamente, dándole un pequeño golpe amistoso en el brazo.

"Relájate, Himi. No te lo voy a robar a tu pequeño hermano. Me gustan los misterios, pero no los imposibles"

La conversación cambió pronto de rumbo hacia sus clases, dejando atrás el momento con Reiji, pero no sin que Nejire lo mirara una vez más con esa chispa de curiosidad inquieta que no se apagaba fácil.

***

El taller de soporte estaba impregnado de olor a soldadura y componentes eléctricos recalentados. Entre cables colgantes, piezas a medio ensamblar y prototipos con etiquetas escritas a mano, Reiji entró con paso tranquilo, cerrando la puerta detrás de sí con un leve chasquido.

"¿Mei?" Llamó.

"¡En el fondo! ¡Si algo te sigue con los ojos, no lo mires fijo!" Respondió su voz desde una esquina envuelta en vapor.

Reiji se detuvo un segundo al ver una esfera mecánica girando sobre sí misma en una repisa. Siguió caminando.

La encontró ajustando un soporte hidráulico a medio construir, con una máscara de protección levantada hasta la frente. Cuando lo vio, sonrió como si acabara de ver una chispa saltar en el lugar correcto.

"¡Mira quién vino! ¿Se te cayó una pieza? ¿O viniste a decirme que ahora tu traje es el mejor bebe que he creado?"

"Ni una cosa ni la otra" Respondió él. "Solo necesito hacer unos ajustes. El cinturón tiende a deslizarse hacia atrás cuando uso el segundo modo. Y el refuerzo de las botas se siente más rígido en el talón izquierdo"

Mei se limpió las manos en su delantal, dejando manchas de grasa por todos lados, y se acercó sin aviso, rodeando a Reiji con mirada analítica.

"¿Te lo estás poniendo bien?" Preguntó con una sonrisa ladeada.. "¿O estás creciendo tan rápido que ya nada te ajusta?"

"No estoy creciendo. Solo te estoy diciendo cómo se siente en uso prolongado"

"Ajá…" Murmuró, con una risa apenas contenida. "Siempre tan práctico, sangre-boy. Pero no te preocupes, a mí me gusta que mis cosas se adapten al usuario. Aunque no esperaba que volvieras tan pronto"

"Es mejor corregir antes de que falle."

Mei se alejó con un pequeño giro, caminando de espaldas hasta una mesa llena de herramientas. "¿Sabes? A veces pareces un cliente difícil. Frío, callado, detallista. Pero cuando te veo llegar sin decir nada y dejarme tu cuerpo para revisar, siento que tenemos una especie de intimidad técnica"

Reiji la miró sin cambiar el gesto. "No la tenemos"

"¡Aún no!" Replicó ella con una carcajada. "Pero deja que te calibre el cinturón otra vez y hablamos"

"Solo haz que no se desplace"

Mei asintió mientras tomaba su cuaderno de pruebas y comenzaba a garabatear.

"¿Quieres algo más mientras estoy en ello? ¿Otro compartimento oculto? ¿Un gancho? ¿Guantes que te ayuden a adherirte a superficies?"

"No es necesario, la mayoría de esas cosas la hago con mi Quirk... Aunque los guantes suenan bien"

"Además indeciso"

Reiji ignoró la provocación y observó el banco donde Mei ya tenía una versión anterior de su cinturón de soporte. Ella trabajaba rápido, con precisión, pero sin perder ese entusiasmo infantil que siempre la hacía parecer al borde de inventar algo catastrófico.

"Vuelve mañana y te lo tengo listo. Y si te animas, podríamos probar una nueva aleación que mejora la absorción de impactos. Aunque puede dejarte con un leve zumbido en la cadera si te golpean demasiado fuerte"

"Eso suena como algo que harías a propósito."

"Tal vez" Sonrió mientras ajustaba una correa con su destornillador especial. "Pero también suena como algo que te haría volver a verme"

Mei giró sobre sus talones para ir a guardar la herramienta, pero al pisar uno de los cables sueltos del suelo, resbaló con un grito breve y descompensado.

"¡Wah—!"

Reiji reaccionó por instinto. La sostuvo del brazo antes de que cayera por completo, deteniéndola con el cuerpo ligeramente inclinado hacia ella. Uno de sus brazos la sujetaba por la cintura, el otro sin querer había terminado justo entre su ombligo y su cadera, firme, apretado.

Mei se congeló un instante por el contacto. Su rostro, normalmente lleno de energía, se tiñó de un leve rojo mientras lo miraba a escasos centímetros, podía sentir su respiración y ver perfectamente sus hermosas facciones.

"Creo que esa es justo la zona del zumbido del que hablabas" Comentó Reiji, con una ceja levemente alzada mientras presionaba un poco su agarre sin segundas intenciones.

Mei abrió la boca como para replicar, pero solo salió un carraspeo torpe. Trató de recuperar su postura con dignidad, aunque sus manos aún temblaban un poco al soltarse.

"¡Eso fue una prueba de reflejos no programada!" Dijo, volviendo a su energía habitual pero con el rubor aún presente.

"Ajá"

"¡No lo anotes en el informe!"

"No hay informe"

"Entonces... no lo olvides tampoco"

Reiji la miró con calma mientras recogía su chaqueta del respaldo de una silla. 

"Nos vemos mañana"

Y salió, dejándola con las mejillas aún encendidas y un destornillador girando lentamente entre sus dedos.

Mientras tanto Reiji miro su propia mano con una pequeña sonrisa, la sensación que tenia con Mei era diferente a los momentos íntimos que tenia con Himiko... Eso obvio, por la única y súbita diferencia de que ellos, no eran hermanos.

'Tal vez... No, primero tienes que concentrarte en asegurar el mundo'


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